pues no me amenazas
no me arrastras con tus exigencias
no me ciegas ante el mundo
no me pierdes en tus ansias
no me dejas el corazón vacío
ni vacía mi vida entera.
Contra tí no estoy preparado,
amor, pues ni siquiera
sabía que en mí morarías,
conocía tu existéncia.
Es fácil odiar el deseo,
rechazar
su falsa máscara de alegría,
su efímera belleza.
Pero contigo no sé qué hacer,
amor, ¿de dónde sales?
amor, ¿a dónde me llevas?
amor por el fruto prohibido
que puedes romper mis promesas.
Intentemos llegar a un acuerdo:
yo te siento
tú me llevas
de tu mano por la vida
con una sonrisa en los labios,
con la imaginación despierta,
con la alegría en los ojos,
con una risa sincera.
Y deja que me enamore
más no se lo digas a ella:
sigue siendo el fruto prohibido,
sigue siendo mi promesa.
Amor, nunca más me dejes
pues me acecha la tristeza
de saber que sólo siento
una ilusión pasajera
un engaño de mi mente,
de mis sueños una estela.
Amb aquest poema (que té ja molts anys) vaig apendre vàries coses. Una és que era capaç d'enamorar-me, cosa que fins llavors no tenia clara. L'altra és fins a quin punt pot arribar l'amistat. No existeixen paraules, ni tan sols poemes, per agraïr-la.
ResponderEliminarTambé vaig apendre que hi ha coses que es pensen, però que no es diuen.
Malgrat això, mai oblidaré que aquell dia ella va ballar per mi, i que l'univers es va posar per uns moments en pausa.
Ara, com els axius secrets del pentàgon, els delictes i els pecats han prescrit. Espero que disfruteu del poema.